Discos de vinilo VS formatos digitales ¿Qué es mejor?

Seguramente has notado que varios de tus amigos a quienes llamas “hipsters” han optado por dejar de comprar música en formato digital y ni hablar de los discos compactos para migrar a un formato que varios consideraban extinto: el vinilo o acetato

Un gran número lo hacen por moda, pero también es cierto que cada vez más aficionados a la música prefieren desempolvar sus viejos tocadiscos y salir a buscar discos “viejitos” a los bazares. ¿Por qué escuchar discos de vinilo se vuelve cada vez más popular?

Más que por moda, el coleccionista melómano de corazón busca un único fin: escuchar música con la mejor fidelidad de audio posible, sin pérdidas en la calidad y como el artista quería que su obra fuese escuchada. Esto es posible escuchando discos de vinilo (o de vinil o acetato) comúnmente llamados LP (long play, por sus siglas en inglés, que se refiere a la duración de una obra musical) ya que son una copia exacta de la grabación original.

Al ser un formato análogo, supuestamente no existe una perdida en la calidad, misma que resulta cuando se digitaliza para pasar a CD o formatos digitales como el MP3, pues lo que se hace es comprimir los archivos para que quepan más en menor espacio… Para que lo entiendas más fácil: es como cuando tienes un pastel entero que tienes que cortar para guardar en el tupper y luego meterlo al refri; el pastel será el mismo, pero al cortarlo pierde su estética, al refrigerarlo pierde frescura y consistencia… sigue estando rico, pero ya no como cuando lo compraste. ¿Se entiende? (Perdón por la analogía, tenemos antojo de pastel).

Discos de vinilo vs mp3

Por otro lado, el formato de discos de vinil sí presenta una pérdida en la calidad de reproducción al paso de los años, ya que en los surcos del disco se acumula polvo y aunque seas cuidadoso al escucharlos, tus dedos (que siempre traen grasa, bacterias, mugre, etc.) también van desgastando la superficie. Ni qué decir de la complicación que representa transportar y almacenar una colección completa. Esto no sucede con el ahora tan devaluado Disco Compacto y mucho menos con los archivos digitales como WAV, FLACC o MP3.

Escuchar música en el formato clásico de vinil representa una magia distinta para el melómano clásico que lo distingue del aficionado moderno que prefiere la practicidad. Mientras el primero busca la mejor calidad y disfrutar de la obra musical completa, tal cual la concibió el artista, para el nuevo melómano es mucho mejor tener una variedad musical de miles de piezas y tener la facilidad de escucharlas cuando y donde sea, con solo presionar un botón.

En fin, en el arte y el entretenimiento no hay nada escrito, te invitamos a que pruebes ambas opciones y encontrarás que ambas tienen sus varios pros y contras… lo más importante es que no dejes de escuchar y compartir música y lo prefieras a ver la maldita televisión.

¿Cuál es tu formato favorito para escuchar música?

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